Mensajes en la tumba de una madre
Epitafios en su tumba
Madre, duerme tranquilo el sueño de la paz, en espera del día señalado de la resurreción cuando volveremos estar juntos.
Tu cuerpo en la tumba, tu alma en el cielo, velad por los que dejaste sufriendo en la tierra.
Tus alas se desplegaron con el último rayo de la tarde, y en cálida crecida te confundiste con las nubes del cielo.
Esta tumba guarda tu cuerpo, Dios tu alma, y nosotros tu recuerdo.
No es la tumba la esperanza inerte, donde hallar pudiera el corazón la calma, es el cielo sin dolor ni muerte, donde vive en dicha con Jesús el alma.
Si las lágrimas pudieran construir una escalera, y los recuerdos un carril, caminaría hasta el cielo para traerte aquí de nuevo.
Se acabó tu recorrido por este mundo y nos has dejado desolados y llenos de dolor, con el consuelo de que empiezas una nueva vida, al lado del Señor.
Me queda tu sonrisa dormida en mi recuerdo, y el corazón me dice que no te olvidaré; pero al quedarme solo sabiendo que te pierdo, tal vez empiezo a amarte como jamás te amé.
Bendeciré el haber formado parte de tu vida, serás mi faro en medio de la noche.
¡Te extrañaré mamá!.
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