Chistes graciosos
Las dos enemigas
Un día se encuentran en un restaurante venezolano dos señoras que se odian hasta los tuétanos y una le dice a la otra:
__ Para que te mueras de la envidia, yo soy cantante, y la semana pasada canté en el teatro más grande de caracas.
¡Vea mija!... fue tan emocionante, que había una imagen de la virgen en la pared, y cuando terminé de cantar le salieron unas
lagrimitas en cada ojito a la linda virgencita.
La otra vieja ofendida en su amor propio y ardida en su orgullo, le dice:
__ ¡Noooo, mijita!... yo también soy cantante, y ayer nada menos canté en el mismo teatro.
¡¡¡¡Y sabe qué!!!....La imagen del corazón de jesús que estaba en la pared del frente, cuando
terminé de cantar, se bajó a darme las gracias.
Luego me dijo, vea señora, usted si sabe cantar, no como esa cacatúa de la semana pasada que con sus berridos, hizo llorar a mi mamá.
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